La dictadura sandinista encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo expone a Nicaragua y a América Latina al alinearse con el régimen de Irán en medio del conflicto bélico con Israel.
La Gran Confederación Opositora Nicaragüense (GCON) denuncia el doble discurso del régimen sandinista, que, al respaldar al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei.
En el contexto del actual conflicto armado con Israel, demuestra una peligrosa complicidad con actores señalados internacionalmente por fomentar el terrorismo y la violencia.
Este acto no representa un gesto de diplomacia, sino un alineamiento ideológico con regímenes autoritarios que, como el de Nicaragua, se caracterizan por el desprecio a la democracia, la represión interna y el aislamiento internacional.
Rechazamos el cinismo diplomático del régimen sandinista de Ortega-Murillo, que pretende presentarse como defensor de la paz mientras perpetra sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Esta alianza con Irán no responde al interés nacional, sino a los oscuros intereses de una dictadura ilegítima, represiva y desvinculada del sentir ciudadano.
El régimen de Nicaragua se ha convertido en el único país de América Latina que ha manifestado abiertamente su respaldo a uno de los bandos en este conflicto de escala global. Esta postura imprudente representa una grave amenaza para la estabilidad, la seguridad y la neutralidad de la región, exponiendo no solo a Nicaragua, sino también a los países vecinos, a tensiones geopolíticas ajenas a los intereses del continente.
Desde la GCON, declara inadmisible la postura del régimen, la falsa preocupación humanitaria expresada por la codictadora Rosario Murillo, vocera de su dictadura que ha institucionalizado el odio, la represión y la persecución política. Quien ha cometido crímenes de lesa humanidad —incluyendo asesinatos, desapariciones forzadas, desplazamiento interno y externo, represión masiva y desnacionalización— no tiene autoridad moral para hablar en nombre de la “comunidad humana”.
Este supuesto posicionamiento en política exterior no obedece a principios diplomáticos ni a una estrategia soberana. Se trata, más bien, de una maniobra de alineamiento con gobiernos autoritarios que comparten métodos represivos y narrativas confrontativas. Es, en esencia, una alianza con el terror, no con la paz.
Advertimos a la comunidad internacional que esta estrategia busca desviar la atención de la profunda crisis interna que atraviesa Nicaragua, reforzar el aislamiento del régimen, provocar reacciones externas que alimenten su discurso de “asedio” y justificar su permanencia ilegítima en el poder por la vía de la fuerza.
https://100noticias.tv/politica/140019-confederacion-opositora-condena-ortega-iran-israel
Desde la Gran Confederación Opositora Nicaragüense (GCON) hacemos un llamado urgente a los gobiernos democráticos de América Latina, a los organismos multilaterales y a las organizaciones defensoras de derechos humanos, a mantener una vigilancia activa y sostenida frente a las acciones del régimen sandinista de Ortega-Murillo, cuyas decisiones representan una amenaza directa a la paz y estabilidad continental.
Nicaragua no debe —ni puede— tomar partido en conflictos internacionales de esta magnitud, menos aún cuando quien lo hace es una dictadura que no representa al pueblo nicaragüense.
¡La dictadura sandinista de Ortega y Murillo no representan a Nicaragua! Su alianza con el régimen de Irán no es nuestra voz ni nuestro camino.
Gran Confederación Opositora Nicaragüense (GCON)